En las próximas vacaciones, ¿deseas realizar un crucero familiar con tu pequeña tribu? ¿En tu familia hay niños y adolescentes? Las principales compañías de cruceros lo han tenido en cuenta y, para aprovechar al máximo la estancia en sus barcos, compiten a la hora de poner en marcha el ingenio. Todo está calculado, nada se deja al azar, desde las actividades y el catering hasta la comodidad de las cabinas.

Es por ello qué, en este post vamos a daros toda una serie de consejos para realizar con éxito un crucero con niños ¡Empezamos!

ELEGIR EL BARCO ADECUADO

Los niños tienden a aburrirse fácilmente, por ese motivo es importante embarcar en un barco que ofrezca tantas actividades como sea posible. Cuanto más grande sea el barco de crucero, más instalaciones y programas recreativos estarán disponibles.

Antes de reservar unas vacaciones familiares en el mar, se debe comprobar qué instalaciones pueden ser interesantes para toda su familia, por ejemplo, el parque acuático, el club infantil, la sala de videojuegos… Algunas mega-embarcaciones son auténticos parques de atracciones en los que se puede acceder a juegos láser, tirolinas, pista de karts, pista de hielo y muchas otras cosas más.

Asegúrese de encontrar actividades adaptadas a la edad y al gusto de los niños ya que, función de la edad de los niños varían, considerablemente, sus gustos e intereses. Por esta razón, a bordo, las navieras más grandes poseen clubes destinados a los diferentes rangos de edad. Por ejemplo, en algunos barcos de crucero, los niños de entre 3 y 11 años se reúnen para realizar actividades especialmente diseñadas para ellos, es decir, talleres de artesanía, búsqueda de tesoros…

Los adolescentes se dan cita en clubes en los que asistir a noches temáticas y otras muchas divertidas actividades. Por supuesto, también los hay destinados a los niños más pequeños. Algunas navieras, en asociación con marcas infantiles como Chicco, han creado en sus barcos guarderías magníficamente equipadas donde padres e hijos pueden disfrutar de maravillosos y entretenidos momentos.

Destinado a los padres que desean disponer de algo de tiempo para ellos mismos, a bordo del barco también se puede ofrecer un servicio de guardería, en grupo o individual (en la cabina), tanto por la tarde como por la noche.

ELEGIR LA CABINA ADECUADA

A la hora de realizar un crucero familiar, algunas compañías del sector ofrecen cruceros baratos para padres que viajan con sus hijos. Por ejemplo, los pasajeros menores de 18 años tienen oportunidad de embarcar de forma gratuita si ocupan el mismo camarote que sus padres, sólo deberían pagar las tasas portuarias. Para quienes realizan un crucero con niños pequeños, está fórmula es perfecta. Sin embargo, los padres que viajen de crucero, por ejemplo, con dos adolescentes, está opción puede resultarles un poco “agobiante”.

Lo mejor es estudiar qué compañía tiene la propuesta que más pueda interesarle. En algunos momentos, con determinadas navieras y reservando una segunda cabina para sus hijos, también es posible beneficiarse de un importante descuento, de hasta el 50%. Compruebe que, a bordo, tiene todo el equipo necesario para su bebé.

A la hora de preparar su equipaje, es imperativo consultar a la línea de cruceros o la agencia de viajes si tendrá acceso, por ejemplo, a una cama plegable para el niño más pequeño en el interior del camarote o una trona para las comidas que realice con el bebé. Las navieras pueden disponer de este tipo de equipamiento pero, al ser en cantidades limitadas, puede ser necesario hacer una reserva.

Algunos barcos también ofrecen una bañera para bebés, de hecho, una bañera inflable puede ser de gran ayuda. Para las excursiones con los niños más pequeños, debe disponer de un cochecito. En el caso de no llevar usted el suyo, las compañías de cruceros los alquilan. Un porta-bebés también es una excelente alternativa.

¿QUE OCURRE CON LA COMIDA?

Esto es otra de las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de realizar un crucero familiar. En el caso de que sus hijos sean lo suficientemente mayores, no hay nada de qué preocuparse. Los barcos más grandes ofrecen, a bordo, numerosas opciones de comida. Para los niños más pequeños, algunos restaurantes del barco pueden preparar purés pero, lo mejor, es preguntarlo con anterioridad para evitar sorpresas desagradables.

Algunas navieras dan la opción de llevar comida para bebés a la cabina. Si la dieta de su bebé es, exclusivamente, a base de leche o si está empezando a diversificarse, por supuesto la leche al igual que los pañales, corre a cargo del pasajero.

Es importante asegurarse de tener suficiente cantidad para todo el crucero. Si escasean sus existencias, puede adquirir más durante las escalas. Para preparar los biberones, olvide el calentador de viaje, está prohibido a bordo de los barcos. Sin embargo, dependiendo de la naviera, hay otras alternativas, por ejemplo, dar acceso al microondas en determinados restaurantes. También es posible solicitar al camarero que caliente el biberón en la cocina.

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